Tomás Aguirre
Lic. en Ciencias de la Comunicación. Periodista. No me hablen de fidelidad si no tienen un VW gol que los acompaña a todos lados y nunca falla. + info
¿Te imaginas comprar todo lo que este dentro de un garaje abandonado por solo 100 dólares y hacerte millonario? Fue lo que le ocurrió a una familia de Nueva York, que asistió a una venta de garaje e invirtió ese dinero en uno. Para su sorpresa, en el fondo descansaba un Lotus Esprit, un carro muy tradicional de la década el 70.
El coche se encontraba en muy mal estado, por lo que decidió enviarlo a especialistas para que modifiquen algunas piezas y lo arreglen. Fue en el momento del traslado en el que la vida del matrimonio cambió para siempre. El conductor del camión que transportaba el Lotus fue advertido por algunos colegas sobre la pieza histórica que estaba en su vehículo. Lo identificaron gracias a su patente “PPW 306R”.
El carro en cuestión es el famoso “Wet Nellie”, el coche submarino que utilizó James Bond, el agente 007, en la película “La espía que me amó”. Fue ese el momento en el que el matrimonio decidió hacer modificaciones mínimas en el Lotus, para conservarlo lo más original posible.
A los pocos días, el fabricante del carro fue a verificar si era cierto el origen del Lotus. Al ser confirmado, la casa de subastas RM Auctions se encargó del resto ¿El resultado final? Un comprar anónimo pagó 997.000 dólares por él, en una subasta realizada en Londres en el año 2013. Al poco tiempo, el magnate Elon Musk confirmó que fue él quien lo adquirió, con el fin de transformarlo en un coche submarino, tal y como fingía serlo en la película.
Nunca más hubo rastro del Lotus Esprit, incluso el propio Elon Musk se encargó de no difundir información alguna sobre él. Lo cierto es que se trata de un vehículo que tuvo como destino cambiar por completo la vida de un matrimonio.