Diward Leroy
Licenciado en Comunicación Social mención Periodismo Impreso. Seis años de experiencia en medios impresos y digitales. Apasionado por la velocidad, especializado en fabricantes alemanes, con especial mención a la BMW y Audi.+ info
El próximo 4 de septiembre el Arena Cryptocom, en la ciudad de Los Ángeles, será el escenario que tendrá la vuelta de Andy Ruiz Jr. a los cuadriláteros después de casi dos años de inacción para el púgil mexicano. El rival de turno será el cubano Luis Ortiz, quien ahora representa la mayor amenaza para el regreso por todo lo alto de ‘Destroyer’.
Y es que desde su primera pelea contra Anthony Joshua, en donde se quedó con el título mundial de los pesos pesados, la carrera del boxeador californiano -pero con raíces mexicanas- se ha venido a pique. Desde entonces, las malas decisiones y una preparación irregular ha hecho que el nombre de Andy Ruiz desaparezca del mapa boxístico.
Hasta el momento en que se suba al cuadrilátero del Arena Cryptocom, el estado del peleador sigue siendo una incógnita para los espectadores. De ahí a que recordemos tiempos mejores en los que Ruiz Jr. se ganó una auténtica fortuna por pelear y en los que apenas necesitó de unos pocos minutos sobre el ring para comprarse el carro de sus sueños.
Hablamos de la primera pelea contra Joshua, en donde el púgil estadounidense se embolsó la friolera cantidad de 6 millones de dólares de bolsa. El sueño de Destroyer a la hora de armar su cochera privada siempre apuntó hacia una Mercedes G Wagon G550, una de las camioneta más destacadas de la marca alemana.
El precio de esta todoterreno se cotiza en los 280 mil dólares, por lo que Andy Ruiz Jr. apenas necesitó de un round contra el púgil británico para hacer su sueño realidad. De hecho, y a raíz de que esa pelea terminó con K.O en el séptimo asalto en favor de Destroyer, su cuenta bancaria sumó 857 mil dólares por round, por lo que incluso pudo comprarse -de querer- tres Mercedes G Wagon por apenas un asalto en el cuadrilátero. Una locura, ¿no?