José Bossellini
Licenciado en Comunicación Social. Redactor y traductor. Aprendí a escribir antes que a caminar. Especialista en cine y en NBA.+ info
The Batman, señoras y señores. Si hay algo cierto en este mundo, es que Batman ha perdurado durante las décadas y generaciones. Conmueve y apasiona sin importar edad, sexo, etnia o religión.
El superhéroe más oscuro y humano volvió a la gran pantalla con una película que, no me extrañaría, que quede como un clásico moderno. Similar a lo sucedido con The Dark Knight y el fabuloso Guasón de Heath Ledger.
The Batman es un proyecto que comenzó allá por el año 2015 y, luego de idas y venidas, se pudo materializar recién tiempo después con su respectivo estreno en marzo del presente año. La dirección está a cargo de Matt Reeves -El amanecer del Planeta de los Simios, Cloverfield-. El sagaz director, a su vez, cuenta con un talentoso reparto. Entre ellos podemos nombrar a Robert Pattinson, Zoe Kravitz, Paul Dano y Colin Farrell.
Lo cierto es que el argumento de The Batman se apoya en la etapa inicial de la “vida” de Bruce Wayne como superhéroe. Nos encontramos con un Batman un tanto inexperto, pero que ya lleva consigo toda la nocturnidad, el misterio, la elegancia y la crueldad de Ciudad Gótica. Pattinson y Kravitz -como Gatúbela- le han encontrado el tono necesario.
Ahora bien, en Tork somos devotos del cine y la cultura automotor. Hoy nos adentraremos en una escena en particular de la última producción del murciélago.
Se trata, nada más y nada menos, que de la persecución a elevadas velocidades que protagonizan Batman y el malevo Pingüino -interpretado delicadamente por Colin Farrell-. Llena de vértigo y adrenalina, esta larga toma tiene condimentos para ser épica.
En primer lugar, por supuesto, sus protagonistas. Sin caer en spoilers, imaginarán que Batman y el Pingüino tienen sus diferencias teóricas sobre el funcionamiento del mundo, y esas diferencias son saldadas en esta fugaz persecución.
En segundo lugar, el escenario. Ya Ciudad Gótica tiene toda la épica que necesita el espectador, pero si le sumamos que es de noche y que cae una copiosa lluvia sobre sus calles: aún más.
Y en tercer lugar, el Batimóvil. Es el momento de presentación y esplendor del coche de Batman. Sabemos que, en cada película de Batman, está en la mira la contundencia, la velocidad y el diseño del Batimóvil. En esta persecución lo “sentimos” más que cualquier otro momento de la película.
Resta acomodarse, subir el volumen, y disfrutar de esta veloz y oscura escena que tiene lugar en la nocturnidad de Ciudad Gótica: